Los migrantes también lloran a Néstor Kirchner
Las banderas peruanas, bolivianas y paraguayas, entre otras, flamearon en Plaza de Mayo durante el conmoveor y multitudinario desfile que despidió a Néstor Kirchner. Fue la muestra cabal del agradecimiento de miles de migrantes de América Latina al ex Presidente y Secretario General de la UNASUR.
A través del decreto N° 836/04, más de 423 mil migrantes de países de América Latina fueron beneficiados por el Programa “Patria Grande” creado durante la Presidencia de Néstor Kirchner y profundizado por la actual Presidenta, Cristina Fernández. La mayoría de los ciudadanos beneficiados pertenecen a la República de Paraguay (248.144), Bolivia (104.984); Perú (47.455), Uruguay (10.785); Chile (5.349); Brasil(4603); para luego situarse Colombia, Ecuador y Venezuela, en porcentajes menores. (Datos de la Dirección Nacional de Migraciones)
Este programa no solo sirvió para regularizar la estadía legal en nuestro país, sino que valió para que tantos miles de compatriotas latinoamericanos pudieran acceder a un trabajo digno y en algunas provincias poder votar en elecciones municipales y provinciales. El caso de la provincia de Buenos Aires es uno de ellos a través de la Ley 11700/: más de 270.000 ciudadanos de otros países latinoamericanos tienen sus derechos y obligaciones electorales para elegir legisladores comunales y provinciales e Intendente y Gobernador y Vice.
El Inadi, durante la gestión de Kirchner significó algo muy importante para la población migrante, durante esta etapa regresaron a la política. También muchos jóvenes de países hermanos empezaron a militar en organizaciones sociales, de colectividades, sociedades de fomento y, ya no para resistir políticas racistas y xenófobas, sino para construir una sociedad más justa y solidaria.
La nueva Ley de Migraciones promulgada en 2004 por Néstor Kirchner y reglamentada a través del decreto 616, el 3 de mayo 2010, por la actual Presidenta, puso fin a la vergonzosa ley discriminatoria de la dictadura cívico-militar del 76’.
Este fue el primer gobierno argentino (gestión de Cristina Fernández) que decretó asueto para aquellos trabajadores migrantes (paraguayos y uruguayos) que quisieran asistir a las elecciones nacionales en su país de origen.
Su muerte traspasa las fronteras nacionales, especialmente por su liderazgo en la UNASUR, protagonizando un papel decisivo para evitar un grave conflicto entre Venezuela y Colombia, hecho reafirmado por el presidente Santos, quien solicitó a la Presidenta Cristina Fernández, esperar a Hugo Chávez, para poder estrecharlo en un abrazo delante del féretro de Kirchner, como homenaje a esa gestión de paz.
También fue protagónico su papel cuando convocó a los presidentes de la UNASUR por el intento de golpe a fines de septiembre en Ecuador, cuando se pretendió derrocar y asesinar a Rafael Correa, también muy conmovido en el velorio de Néstor Kirchner.
Pocas veces ciudadanos migrantes viviendo en nuestra Patria, estarán tan agradecidos a un presidente por el trato digno y por una legislación que los puso en igualdad de posibilidades con los ciudadanos nativos, a pesar del odio gorila y la tilinguería racista de algunos sectores. Quizás los mismos miserables que tocaron sus bocinas el 27 de octubre pasado… cuando festejaron la muerte del ex presidente argentino.
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