Me pareció importante traer a la luz dos textos del Gral. Perón a la Juventud de la década del 60'. Realmente están dentro de un contexto político que era el del General en el exilio, pero vale la pena releerlos para también situar en un contexto que juventud era la de de aquella época, la que recibía mensajes de este tenor político, la que tenía el desafío de liberar la Patria y traer nuevamente a Perón a la Argentina. Permítaseme no entrar en una calificación de izquierdas y de derechas o de luchas intestinas dentro del Movimiento ya que lo que se pretende rescatar, con visiones llena de matices, era el compromiso de esa juventud con su país, unida en un solo grito:
Traer a Perón.
Mensaje de Perón desde el exilio de Madrid a los jóvenes
5 de junio de 1963
"En lo profundo, el problema argentino es un problema de generaciones: la vieja generación demoliberal burguesa que puja por subsistir y la nueva generación evolucionista que anhela imponer otras formas de vivir y progresar. La decisión en esta lucha de generaciones está en el tiempo. El futuro es de la juventud y si no mediaran otros factores, la supresión biológica aseguraría el triunfo a los jóvenes. Sin embargo, hay que acelerar el proceso, porque la evolución del mundo no espera. He ahí la función de una juventud que tenga conciencia de la hora que vivimos y de la misión que le corresponde.
Pocos pueblos en el mundo han alcanzado la madurez política del argentino y pocos, en su conjunto, saben como él lo que quieren, pero nunca, en la historia política argentina se ha presenciado una manifestación más monstruosa de falta de respeto a la voluntad popular, con el cinismo de afirmar que se lo hace en el nombre y defensa de la democracia. Es preciso comprender que nuestro país está viviendo horas decisivas y que, de las soluciones que se alcancen ahora dependerá el futuro que podrá ser venturoso o luctuoso, según seamos capaces de proceder con grandeza para luchar por los intereses de la Patria o no.
La juventud, a quien corresponderá ese futuro, tiene también la responsabilidad de asegurarlo. Nada estable y duradero puede fundarse sobre la mentira, por eso frente al caos institucional de la República, los mismos culpables de provocar el desequilibrio y la miseria, se sienten ahora alarmados por la situación y aconsejan los mayores desatinos, sin percatarse que el Pueblo Argentino ha evolucionado lo suficiente como para que sus palabras no le suenen a sarcasmo. Esa evolución nos lleva imperceptiblemente pero de manera firme hacia la revolución y no habrá fuerza capaz de evitarla. Por el camino del Justicialismo, se ha de realizar en nuestro país el fatalismo evolutivo. Es evidente que ha terminado en el mundo el reinado del imperio burgués y que comienza el gobierno de los pueblos. Con ello, el demoliberalismo y su consecuencia el imperialismo, han cerrado su ciclo.
Ante la tragedia que vive el país, ha llegado el momento en que la vanguardia de la Patria, representada por su juventud, se una y organice para alcanzar el más alto grado de preparación compatible con su misión y la grave responsabilidad que le incumbe. Para alcanzar tan alta finalidad es indispensable que la unión y solidaridad juvenil se realice en forma indestructible, con un alto sentimiento de Patria, una absoluta determinación de imponer nuestra doctrina y una firme resolución de vencer. Sólo en la fortaleza y decisión de tornarse invencibles, se puede basar la seguridad de la Liberación del Pueblo Argentino.
Cuando la juventud esté unida y organizada, cuando en poco tiempo pueda ser ejemplo de disciplina peronista, se encontrará en condiciones de luchar en todo terreno y el éxito de la etapa final del proceso argentino estará asegurado. Debemos demostrar al mundo que nos observa, lo que puede la firme actitud de un Pueblo cuando su lucha está fundada en los sagrados principios de la justicia, de la libertad y de la soberanía. La Patria reclama en estos días la inquebrantable decisión de la juventud de luchar por ella. Todos sabremos cumplir con nuestro deber ante la Historia, si estamos animados de una profunda fe peronista, si realmente nos decidimos a luchar por el Pueblo y sí estamos resueltos a enfrentar cualquier sacrificio".
MENSAJE A LA JUVENTUD
Madrid, 20 de octubre de 1965
Madrid, 20 de octubre de 1965
"Los acontecimientos de estos últimos días, hacen prever horas difíciles en el avenir de nuestra Patria. La Juventud Peronista, está en el deber de asumir sus responsabilidades, y para ello, es indispensable que nuestros jóvenes luchadores, estén bien claros, sobre los aspectos fundamentales de esta lucha que ya lleva diez años. ¿Qué busca el Peronismo? No intentamos de ninguna manera, a sustituir un hombre por otro; sino un sistema por otro sistema. No buscamos el triunfo de un hombre o de otro sino el triunfo de una clase mayoritaria, y que conforma el pueblo argentino: LA CLASE TRABAJADORA. Y porque buscamos el poder, para esa clase mayoritaria, es que debemos prevenirnos contra el posible "espíritu revolucionario" de la burguesía. Para la burguesía, la toma del poder significa el fin de su revolución. Para el proletariado -la clase trabajadora toda del país- la toma del poder es el principio de esta revolución que anhelamos, para el cambio total de las viejas y caducas estructuras demoliberales.
Como lucha - Nuestro deber ante la masa - La Juventud debe en forma definitiva terminar por organizarse, y para ello debe tener en cuenta lo siguiente:
1. Trazarse una justa línea política, a través de una organización unitaria de conducción centralizada, que desarrolle un programa político donde se contemplen las necesidades de la masa. Hay que estudiar aceleradamente sobre la realidad, los problemas -éxitos y fracasos- del análisis surgirá sin duda la justa línea política.
2. Desarrollar una clara actitud: ANTI-IMPERIALISTA; ANTI-CAPITALISTA y ANTI-OLIGARQUICA y FEUDAL LATIFUNDISTA.
3. Tener íntima relación con la masa -la táctica y la estrategia deben confundirse con la masa- no olvidar jamás que los combatientes provienen de la masa y que sin el apoyo de la misma, es imposible la labor revolucionaria.
4. Hay que trabajar con los elemento activos -elevar a los medianos y ayudar a los atrasados. Ello incrementa las fuerzas revolucionarias y posibilita tener un verdadero apoyo de base.
5. Evitar los errores llamados "de izquierda" o "de derecha". Es un error "de izquierda" cuando se realiza una crítica aguda, sin haberse realizado antes un análisis, y sin tener los fundamentos de esa crítica. Es un error "de derecha" cuando no se quiere ver el error y cuando finalmente se lo ve, no se lo critica. NO PUEDE HABER COEXISTENCIA CON LOS ERRORES. La crítica debe ser seria y fundada. Al equivocado se le debe permitir de reivindicarse. Para ello deben implantar la crítica y la autocrítica.
6. Las bases juveniles deben expresar sus opiniones. La dirección debe centralizarlas y luego de estudiadas deben volver al seno de la masa juvenil. De esta forma se establece realmente un método democrático y pueden ser establecidos y mantenidos los principios fundamentales de: UNIDADY DISCIPLINA. Los cuadros de la organización deben someterse de mayor a menor y, siempre debe aplicarse lo resuelto por la mayoría. Los grandes problemas no deben resolverse individualmente, porque ello, la conducción colectiva debe ser -con responsabilidad individual- se cometen menos errores.
Consejo Final. Si realmente trabajamos por la Liberación de la Patria, si realmente comprendemos la enorme responsabilidad que ya pesa sobre nuestra juventud, debemos insistir en todo lo señalado. Es fundamental que nuestros jóvenes comprendan, que deben tener siempre presente en la lucha y en la preparación de la organización que: ES IMPOSIBLE LA EXISTENCIA PACIFICA ENTRE LAS CLASES OPRIMIDAS Y OPRESORAS. Nos hemos planteado la tarea fundamental de triunfar sobre los explotadores, aun si ellos están infiltrados en nuestro propio movimiento político. LA PATRIA, ESPERA DE TODOS USTEDES LA POSTURA SERIA, FIRME Y SIN CLAUDICACION. Un gran abrazo".
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