Nadie podrá olvidar a los más de treinta muertos de las Jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 en todo el país. Nadie puede borrar de sus retinas la saña con la cual la policía montada y de civil de la Federal le pegaba a las Abuelas, a las Madres, a mujeres indefensas, a los jóvenes, a fotógrafos, como arrastraban de los pelos a jóvenes y mujeres para luego molerlos a palos dentro de los calabozos móviles...y nadie me lo contó, lo vi con mis propios ojos. De la Rúa es el principal responsable, él sabía lo que estaba pasando, Santos, jefe de la Federal lo informaba continuamente y era imposible que estando dentro de la Casa Rosada no escuchara nada. Los francotiradores apostados en el banco HSBC, que dispararon y mataron manifestantes a sangre frìa, los policías que disparaban armas largas y pistolas 9 mm desde los patrulleros y desde autos de civil, no actuaban alocadamente y por su propia decisión sino que recibían órdenes bien precisas. Estos asesinos merecen un castigo ejemplar dentro del marco de la ley. El 20 de diciembre en el Microcentro se asesinaron a 5 personas y quedaron heridas 117, por este motivo el Juez Claudio Bonadío concluyó que el ex presidente De la Rúa cometió los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas. Y le trabó un embargo por 2 millones de pesos. Consideró que actuó de modo "imprudente y negligente", sin "limitar el desborde represivo". También resultaron procesados el entonces subjefe de la Federal, Osvaldo Cannizzaro, y otros comisarios que actuaron durante aquella tarde: Daniel Manzini, Próspero Treseguet, René Derecho y Alfredo Salomón.
De la Rúa intentó alegar que no sabía que el país se incendiaba cuando ordenó la represión policial. El Juez Bonadío le respondió: "Es imposible creer que ninguno de los funcionarios, asesores, correligionarios, amigos o familiares accediera a su presencia de manera personal o por cualquier otro medio" para anoticiar al Presidente de "la gravedad de los acontecimientos". En este sentido, insistió en que De la Rúa podría "haber encendido un televisor o una radio o más no sea asomarse a una ventana y ver el panorama que acontecía en el jardín de su propia casa".
De la Rúa siempre sostuvo que el 20 de diciembre no era consciente de lo que estaba pasando. Cuando declaró ante el juez, afirmó: "Recién tuve la información sobre la última hora de la tarde, cuando ya estaba en Olivos sobre que había fallecidos. Yo renuncié antes de saberlo".
De la Rúa siempre sostuvo que el 20 de diciembre no era consciente de lo que estaba pasando. Cuando declaró ante el juez, afirmó: "Recién tuve la información sobre la última hora de la tarde, cuando ya estaba en Olivos sobre que había fallecidos. Yo renuncié antes de saberlo".
Pero Bonadío no le creyó. "No doy credibilidad a los dichos del ex presidente", sostuvo, categórico. El juez recordó en su fallo que él trabajó frente a la Plaza de Mayo y que "de ninguna manera" De la Rúa puede decir que desde su despacho en la Casa Rosada no escuchó las detonaciones.
Ojalá que el peso de la justicia, tan lenta y tan devaluada, pero con la esperanza de una nueva Corte Suprema de Justicia, les caiga con todo el rigor y permanezcan el resto de sus vidas en la cárcel. De la Rúa, Santos y todos los responsables de ese gobierno desastrozo que fue el de la Alianza, que ¡oh sorpresa! venía a reemplazar al gobierno de Menem, a quien ya dedicaré unas cuantas líneas .
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